200 personas de 20 países nos reunimos el 24 y el 25 de febrero de 2021 para participar en el primer D3CON - Congreso Internacional sobre Democracia Digital Directa, organizado por la Fundación Liderar con Sentido Común. Durante dos jornadas, deliberamos, acompañados por expertos, sobre los riesgos y oportunidades que las actuales herramientas tecnológicas ofrecen para mejorar la vida política y que repercuten en el principio de representación en que se sustenta la Democracia Electoral.
En un contexto en el que la pandemia augura durísimas condiciones económicas y sociales, se han evidenciado tanto los logros como las grandes limitaciones en las formas de gobierno democráticas y en los sistemas tecnológico-digitales. En este sentido, se ha puesto de manifiesto que las grietas que ya existían en nuestras sociedades se han profundizado y agravado.
La democracia posee un incalculable valor como un régimen abierto de libertades, de pluralismo y de apertura; pero se encuentra atrapada en manos de una autocracia partidaria aislada del mundo cotidiano de las personas, y confiscada por un despotismo gubernamental. El resultado: una minoría privilegiada frente a una gran mayoría que vive abandonada, sin valores democráticos, inmersa en un profundo individualismo bajo la consigna de sálvese-quien-pueda.
A pesar de que las tecnologías digitales han conferido grandes beneficios a la comunicación, a la información y a la participación, el mundo digital no es ajeno a los problemas que aquejan a la democracia, y no solo no ha cumplido las originales expectativas suscitadas para apurar el poder del Demos, del pueblo, sino que se va apartando poco a poco de aquellas. Detectamos una serie de graves problemas: importantes sesgos en el diseño de los algoritmos, que producen dinámicas nocivas como la invasión de la privacidad (omnitracking), el aislamiento social por ceguera de grupo (bubble filters), la desinformación por suprainformación desordenada o por selección sesgada. También preocupa el uso de los datos colectados (Big Data) en forma inconsulta o poco clara, sea para monetizarlos de diversas formas o para optimizar algoritmos de automatización (learning machines). Nos ha sorprendido la opaca vinculación entre los intereses militares y los empresariales, ambos encaminados a la innovación tecnológico-digital, pero que instalan lógicas militares manipuladoras en el seno de la ciudadanía, o trasladan responsabilidades de Estado a manos privadas.
Esos problemas de orden tecnológico producen efectos perversos en la vida democrática: los ciudadanos se encuentran aislados y confrontados por la menor nimiedad; reina la desinformación y las noticias falsas (fake news); el ejercicio de la libertad y de la deliberación pública se hace cada día más difícil y se instala una especie de balcanización política; se va estratificando una nueva élite conformada por los programadores, quienes se encuentran sujetos solamente al control de aquellos que los contratan persiguiendo el lucro o defendiendo los intereses de los guardianes de la Seguridad Nacional, en medio de una puja histórico-tecnológica entre los dos titanes del siglo XXI, China y los EUA. El resultado, nuevamente: una minoría controladora de una gran mayoría controlada (y descontrolada).
Dos escenarios son posibles. O bien sigue el desconcierto y la parálisis de los gobernantes y de la ciudadanía mientras que la Democracia Deliberativa se reduce al intercambio de likes y de tuits como si fueran feromonas de hormigas trabajadoras y la Democracia Participativa se transforma en un “Sistema de Crédito Social” parecido al existente hoy en China. O bien generamos un potente impulso innovador con el fin de acoplar los dos universos, el democrático y el tecnológico-digital, para el bien común de todos y todas.
La Fundación Liderar con Sentido Común, así como ponentes y asistentes a D3CON firmantes, nos hemos pronunciado por caminar en una ruta innovadora y, para tal efecto, hemos hecho las siguientes propuestas alrededor de siete temas. Te invitamos a que los leas y te sumes a este manifiesto sobre el que debe sustentarse la nueva democracia:
Primera. Expansión del Acceso a Internet y a las Nuevas Tecnologías y Alfabetización Digital
Si bien los jóvenes hoy dominan el campo digital, el acceso a internet y las nuevas tecnologías, así como la alfabetización digital deben ser declarados derechos humanos universales. La alfabetización digital no sólo tiene que alcanzar a las élites políticas si no a la ciudadanía en general, teniendo en cuenta las necesidades y capacidades de cada persona.
Segunda. Humanización de la Tecnología
Los valores humanos contenidos en la cultura, la ética, el arte, las humanidades y los sistemas democráticos se encuentran gravemente rezagados ante la irrupción y la consolidación del mundo digital. Debemos encontrar formas para que ambos -el mundo de las humanidades con sus valores, y el mundo digital- se pongan al día, pues los dispositivos tecnológicos actuales están requiriendo cada vez más una masa de valores que les den marco y dirección para poder llegar a una Democracia Digital Directa, la cual supone un alto grado de confiabilidad, solidaridad y veracidad.
Tercera. Regulación de Reguladores Digitales sin merma de las libertades
No debe configurarse una Nueva Oligarquía Digital cuyos poderes financiero-tecnológicos se encuentren fuera de controles democráticos. Urge encontrar las formas para fortalecer los marcos normativos pertinentes, como lo está intentando ya la Unión Europea. Asimismo, sería recomendable la intervención de organismos internacionales como la ONU; e incluso una especie de Entidad Global con plena autoridad moral, al margen de las grandes firmas tecnológicas que pueda co-ordenar un mundo digital que co-labore en la realización del Bien Común ciudadano planetario.
Cuarta. Transición Democrático-Digital
La Democracia Digital Directa se presentó como un horizonte deseable, pero lejano debido a las múltiples brechas que enfrentamos y la disparidad entre los países. Se proponen varios criterios para ir recorriendo el camino:
- Utilización de nuevas tecnologías, incluyendo la tecnología blockchain, para aumentar la eficacia y la transparencia en el funcionamiento de las agencias gubernamentales y la toma de decisiones públicas.
- Utilización de nuevas tecnologías para la implementación plena de los principios Estado Abierto, a saber: mayor transparencia, participación y colaboración en el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Estas incluyen el establecimiento de portales de datos públicos abiertos y plataformas colaborativas para la toma conjunta de decisiones entre la ciudadanía, el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.
- Utilización de nuevas tecnologías, sobre todo la tecnología blockchain, los smart contracts y las organizaciones autónomas decentralizadas, para aumentar la descentralización del poder, la inclusión y el empoderamiento de la ciudadanía en la vida pública. Se requiere implementar progresivamente pequeños pilotos locales que incorporen, entre otros, sistemas de votación digital, registros civiles y de propiedades con tecnología blockchain, identidades autosoberanas, ejecución de contrataciones públicas y presupuestos a través de smart contracts, plataformas de toma de decisiones por medio de esquemas de democracia líquida o directa.
Quinta. Responsabilidad y participación ciudadana
Se requiere despertar a la ciudadanía para que deje de estar políticamente confinada como espectadora de las acciones que llevan a cabo sus representantes o los agentes de las Big Tech. Se requiere dar a conocer las causas por las que trabajar. Las herramientas digitales pueden y deben ayudarnos a educar, a crear ciudadanía y hacer florecer las ciudades para todas y todos.
Sexta. Diálogo y Encuentro
El Mundo Digital y el Mundo Democrático deben entablar un diálogo genuino y profundo, especialmente en lo referente a la algoritmación de las plataformas, al uso de la Inteligencia Artificial y la monetización de los datos. Este diálogo debería llevarse a cabo entre los agentes políticos, los agentes privados de las Big Tech y los agentes de la Sociedad Civil (desde la academia hasta las organizaciones civiles y religiosas). Es de primer orden romper las antipatías y las apatías señaladamente entre las élites políticas; pero también abatir las resistencias entre las grandes plataformas de las Big Tech.
Séptima. Usar con sentido común las herramientas digitales
Durante nuestro encuentro señalamos una batería de herramientas digitales (como lo es el uso de la tecnología blockchain y los smart contracts para la creación de CriptoArt, las identidades autosoberanas, las organizaciones autónomas descentralizadas, etc.) que son indispensables para lograr el objetivo de optimizar nuestros sistemas democráticos. Solo de esta manera se avanzará en el camino que nos permita cruzar de una Democracia meramente Electoral-Representativa hacia una Deliberativa y Participativa, condición indispensable para afrontar los retos del nuevo mundo que cada vez más transitan de lo local a lo global (y viceversa).
Finalmente, desde la Fundación Liderar con Sentido Común, hacemos un llamamiento a todos aquellos que quieran construir una sociedad global, en la que la vida democrática atienda los enormes riesgos y tome en sus manos las grandes oportunidades que lo digital ha puesto en marcha, para construir un mundo mejor para nuestros hijos.
Es nuestra responsabilidad y, por eso, te invitamos a que te sumes apoyando con tu firma este manifiesto.
Firmas de apoyo.
- Santiago Siri, fundador de Democracy Earth.
- Sofía Cossar, investigadora de Democracy Earth Foundation (DEF).
- Bernardo Ávalos, Consejero y miembro del equipo SOLA.
- Antonio Sola, Presidente Fundación Liderar con Sentido Común.
- Miguel Molina, director Fundación Liderar con Sentido Común.
- Begoña Fernández, directora comunicación Fundación Liderar con Sentido Común.
- Ignacio Gómez, director área Internacional Fundación Liderar con Sentido Común.
- Agustina López, directora Observatorio Fundación Liderar con Sentido Común.
- Alberto Castillo, director de procesos creativos del Equipo SOLA.
- Yazmin Manjarrez, Equipo SOLA.
- Soledad Waisman, Equipo SOLA.
- Xavier Zaguirre, Equipo SOLA.
- Marcelo López, investigador social, asesor de estrategia y comunicación.
- Nancy Franco, Peace2world Foundation
- Hector Olague, Meraki Generando Realidades
- Dalila Said, Movimiento Puede, Patria Unida En Democracia
- Daniel Villamar Tandari, Asamblea De Jóvenes Por La Sostenibilidad
- María Zarabia, Fundación Rence Ecuador
- Olga Esther Saporitti, Lapachodigital
- Nancy Franco, Peace2world Foundation
- Joel Paulino, Red Latinoamericana De Consultores, Capitulo Dominicano
- Liliana Mazzone, Calma Consultora
- Kellys Ortiz, Ongel
- Ramiro Rodriguez Sauceda, Erre Y Erre
- Oswaldo José Rodríguez Bellorín, Partido Político Voluntad Popular Activistas
- Jean David Charles, Croissance International Consulting
- Mauricio Cuellar, Disruptiva Consultora De Comunicación
- Consultoriss Tecnimerk Consultorías
- Moisés Castellanos, Corporación Colmena
- Alexis Coronel Roche, Politólogo
- Wandy Ramírez Wrv & Co. Int'l Strategy Group